El uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación
(TIC) han venido a transformar la forma en como interactuamos, sobretodo, la
manera en como aprendemos. Ejemplo es la
creación de escuelas virtuales. Sin embargo esta modalidad de estudios presenta
nuevos retos y desafíos para todo aquel que aspire a convertirse en un estudiante
en línea.
Es importante
mencionar brevemente las etapas y evolución de la
modalidad abierta y a distancia:
Etapa 1.
Enseñanza por correspondencia (Surge a finales del siglo XIX y principios del
XX). Los medios disponibles para el aprendizaje eran los materiales impresos y
servicios postales. Es unilateral, el alumno se encontraba solo y no contaba
con apoyo.
Etapa 2.
Enseñanza Multimedia (Surge a partir de 1960). Los medios disponibles para el
aprendizaje eran de comunicación como el teléfono, la televisión y recursos
audiovisuales.
Etapa 3.
Telemática (Surge a partir de 1970). Está ligada a la evolución de las
tecnologías. Se caracterizó por la inserción de las telecomunicaciones con
otros medios educativos.
Etapa 4.
Enseñanza colaborativa basada en internet (Surge a partir de 1990). Los
recursos que se utilizan pueden ser enviados a través de la web, y se
clasifican en sincrónicos (chat, videoconferencia) y en asincrónicos (correo
electrónico y foros de discusión). El estudiante toma un papel activo y
autogestor, mientras que el docente se transforma en guía.
En un entorno
virtual no hay lugar para un aprendizaje pasivo y dirigido, el cual se
caracteriza por la sumisión del alumno ante el conocimiento absoluto e
inapelable del profesor; sino que, a partir de aquí tendrás que convertirte en
un agente activo de tu propio aprendizaje. Borges & Forés (2006) mencionan
que los estudiantes, mantienen pautas de funcionamiento fundamentadas en la
autonomía y la madurez, mientras que el alumno tradicional es dependiente de la
acción e instrucciones del docente.
Es importante,
no perder de vista que “La educación a distancia se basa en un diálogo
didáctico mediado entre docentes de una institución y los estudiantes que,
ubicados en espacio diferente al de aquellos, aprenden de forma independiente o
grupal.” (García Aretio, 2014, pág. 19).
Las
características y retos que debes poseer como estudiante son;
Características:
Actitud proactiva. Considera que dispones de un
amplio margen de libertad y autonomía, que te permitirá tomar decisiones
respecto a tu propio aprendizaje y desempeño, sin perder de vista tu objetivo
planteado.
Compromiso con el propio aprendizaje. Asumir que eres responsable de
tu aprendizaje, pues ahora te conviertes en un agente activo y autogestor del
mismo.
Conciencia de las actitudes,
destrezas, habilidades y estrategias propias. Estas las vas a seguir desarrollando y
aplicando para aprender a aprender. Generar y potencializar estrategias
que te faciliten la recepción y el análisis de la información, las cuales te
permitan acceder a la información en cualquier momento, en cualquier lugar, de
cualquier forma, y lo más importante, al ritmo que tú decidas.
Actitud para trabajar en entornos
colaborativos. En la
educación en línea, tienes la oportunidad de conocer a diferentes personas,
lugares, estrategias de estudio, e historias de vida, de las cuales podrás
aprender, por lo tanto es importante que no pierdas de vista que el aprendizaje
entre pares enriquece tu propio proceso cognitivo y de desarrollo.
Metas propias. Establecer metas más allá de la
superación de asignaturas o cursos, y buscar siempre alternativas de solución
en caso de tener inconvenientes y evitar esperar a que llegue por sí sola la
solución. Es importante que no pierdas de vista que en esta modalidad los
límites, los pones tú.
Aprendizaje autónomo y Autogestivo. Generar destrezas relacionadas
con la comunicación, la búsqueda, la selección, la producción, la difusión de
la información y el conocimiento.
Dejar atrás el aprendizaje dirigido. Aprender a ser
autogestivo, autocrítico y reflexivo, recuerda que la decisión respecto a tú
propio aprendizaje y desempeño, depende primordialmente de ti y de tu
administración del tiempo.
Evita memorizar y repetir el
conocimiento. Más
bien analízalo, procésalo, aprópiate de él y proyecta tu saber.
Dejar atrás los entornos competitivos. No olvides que el trabajo
colaborativo no solo enriquece tú propio conocimiento, sino que también
fortalece tu aprender.
Gestión y administración del tiempo. Crear una agenda de
actividades, que te permita programar todas las actividades (escolares,
personales, laborales, etcétera) que debes realizar, esto te permitirá
administrar tus tiempos.
Destrezas comunicativas. Potencializar tus habilidades
de lectura y escritura. Recuerda evitar el uso excesivo de mayúsculas, que en
un ambiente en línea se consideran Netiquetas, las cuales significan
gritar.
El desafío más grande al que te enfrentarás como estudiante en
línea será convertirte en todo un alfabeta digital. Es decir, usar la información
eficazmente; y saber comunicar la información encontrada a otros.”(Cabero
Almenara & Llorente Cejudo, 2008, pág. 13). Recuerda, que se trata de
navegar en la red y no naufragar en ella.
Es momento de mencionar algunos mitos relacionados
con la educación en línea:
-Es
fácil y sencillo estudiar en línea, solo hay que estar en la computadora y ya.
-No
hay que leer nada, basta con copiar y pegar la información que encuentre en la
red.
-Como no me conocen (físicamente), puedo dejar de
estudiar en cualquier momento.
En contraparte
con el primer mito, hay quienes creen que estudiar en línea es difícil. Ser un
estudiante en línea no es fácil ni difícil, basta, con aplicar estrategias y
acciones que te permitan autogestionar tu aprendizaje. Nunca olvides que cuentas con las
habilidades y destrezas necesarias para triunfar en esta modalidad.